Similar a la meditación, una cámara se trata de una herramienta increíble con la que se puede conectar con el aquí y el ahora, incrementando nuestra conciencia y sanando nuestra mente. Lo importante es saber cómo hacerlo.
Un aspecto que es sumamente importante de la fotografía es que ella nos conecta con el momento presente, pues el tiempo no se detiene y todos nos encontramos muy ocupados, por lo que da la impresión de que debemos ir corriendo a todos los lados.
Ante ello hagamos un ejercicio de meditación pensando en cuándo fue la última vez que estuvimos al menos 10 minutos sin hacer algo, solo esos 10 minutos. Como sabemos, la mente humana viene a ser nuestra herramienta más importante, pues es fundamental en nuestras vidas aunque la cuidamos muy poco.
Una de las maneras que tenemos para sanearla es que nos dediquemos al menos 10 minutos al día a trabajar la atención plena. Esto puede hacerse por medio de la meditación tradicional o con la meditación fotográfica.
El hecho de fotografiar llega a producir un estado de consciencia que es bastante similar al que se consigue con la meditación. La fotografía tiene la capacidad de hacernos salir de casa conectándonos con la naturaleza, la ciudad, las personas, los objetos, entre otras cosas.
Dar un paseo con nuestra cámara resulta un gran placer que nos invita a prestar atención, observar y conectar con el presente escuchando el sonido del viento, observando el vuelo de los pájaros, el movimiento de las ramas, el caminar de las personas, sus expresiones, las nubes, las luces, las sombras.
Lo ideal es pensar mucho antes, e incluso después de haber disparado. Nunca en el momento
Para capturar una buena fotografía debemos pensar y antes de coger la cámara hay que saber:
- ¿Para qué se fotografía?
- ¿Qué se quiere expresar? Idea, sentimientos, historias que narrar, etc.
- ¿Cómo se va a expresar? Luz, color, encuadre, valores de cámara, etc
Una vez que se tiene todo planeado resulta fundamental que al momento de fotografiar dejemos en silencio nuestros pensamientos para alcanzar una fotografía y presencia plena.
¿Cómo se logra fotografiar con presencia plena?
Se fijan los valores de la cámara, seleccionamos la iluminación, nos colocamos en el lugar que sea el adecuado y preparamos todo lo que hayamos pensado de antemano. Una vez que todo se encuentra listo, se lanza el anzuelo y esperamos a que la realidad y el tiempo tomen la carnada.
Para buscar la presencia plena en nuestras fotografías, no debemos verlas como un cazador de imágenes, sino como un pescador de momentos. Hay que concentrarse en lo que tenemos alrededor con la cámara a mano, sin pensar, solo disparar siguiendo nuestro instinto.
Si lo que queremos es conseguir una buena fotografía, entonces debemos conectar con el mundo que nos rodea mientras desconectamos nuestra voz interior prestando atención, fundiéndonos con el entorno y dedicando el tiempo que nos haga falta. Si lo hacemos, el momento mágico se hará presente.